18.4.08

Transformando la apatía en determinación, mi victoria laboral

Frente a un edificio llamado Entel, en el último año de la universidad comenzó mi proceso de transformación laboral. Pasaba de vez en vez diciendo “voy a entrar allí”, “allí será mi primer trabajo”, “no se como voy a entrar pero de seguro voy a entrar”. Así eran mis pensamientos. Había decidido entrar y romper mis límites. Aunque lo que acabo de decir dicta mucho optimismo en realidad mi vida cotidiana no era nada parecido. Era una persona de baja autoestima y pocos logros personales. Lleno de complejos, imitaba compartimientos de lo que siempre salían bien, pero no entendía porque seguía sufriendo. Era ciego de corazón como para ver que actuaba siempre con aptitud arrogante y otras veces vivía como en la selva “sobrevive el más fuerte”. Aunque esta era mi realidad, constantemente en mi vida existían muchas dudas como: ¿Lo que hacia era correcto o no era correcto? ¿Cuál es el objetivo de vivir? ¿Aceptar o no lo que vivía? ¿Mi destino esta escrito o en realidad yo lo estoy escribiendo? Tenia todo pero yo no lo veía. No sabía hacia donde me dirigía. Estaba a merced de las circunstancias. En una noche Julio de 2003, no dormí discutiendo con mi pareja. Era un infierno. Mis padres sufrían por verme como estaba. En la mañana siguiente, me encontré con alguien, le comente sobre mi situación, me escucho atentamente y empezó a hablarme de Nam miojo renge kio, sentía que había encontrado algo que siempre había buscado. Por esa mañana se me olvidaron todos mis problemas, sentía que había encontrado una brújula para vivir. Al día siguiente, le dije “ya comprendí, todo lo que desee solo debo construirlo con mis manos”. Así pues comencé a asistir a las actividades de la SGIV. Estaba ansioso de todo. Un día me dijeron “importante tener siempre metas para ver por ti mismo los resultados del budismo”. Entonces recordé aquel edificio llamado ENTEL, empecé a cantar daimoku por entrar allí y le manifesté mi meta a quien me hablo del Budismo, resulto que el había trabajado allí y que su novia aun estaba allí. Ore y actué cuanto pude hasta que entre para mis pasantias, que luego terminaría haciendo mi tesis y posteriormente mi primer trabajo después de graduado. Siempre recuerdo lo logre, entre al edificio donde quería trabajar. Estaba muy contento.

Un día hable con una persona del grupo y le conté sobre mis logros y me dijo claramente: “esas metas cualquiera las puede lograr y que para eso no necesitaba practicar, que era hora de plantearme metas de fe e ir mas allá” Al escuchar esto, se activo mi arrogancia y pensé no necesito venir mas ya lo tenia todo y me fui. Ocho meses después, sentía que todo se escapaba de mis manos. Empecé a buscar trabajo y era difícil. Recordé que cantando NMRK podía lograr todo lo que quería, al poco tiempo las ofertas llovían por todos lados y, a las dos semanas donde me postulaban me llamaban y termine negociando mi nuevo trabajo. Me pagarían cuatro veces más lo que ganaba en ese momento, pensé nunca podría lograr algo así. Mi arrogancia no dejo de aparecer y apenas logre todo deje de practicar. Así pase dos años, cegado enfrentaba una vida reactivo llenos de miedos y de dudas. En junio del 2006 decidí acercarme a quien me hablo de la práctica, con la intención de que me ayudara conseguir otro trabajo pero todo me condujo a practicar. Esta vez, comprendí lo que alguna vez me hizo huir, las metas de fe, estas me permiten pulir más las cualidades como ser humano como perseverar, para construir una vida de logros tras logros para expandir la vida y para desarrollar una convicción donde nada es imposible y de felicidad absoluta. Allí estaba, viviendo un presente, donde escribía bases sólidas para un futuro firme. Este ha sido mi mayor beneficio. Empecé a poner al día todos mis asuntos. Fortalecí los tres pilares del Budismo, participe en la Soka Gakkai donde consigo aliento en el estudio de los escritos de Nicheren Daishonin, en las orientaciones de Daisaku Ikeda y en el apoyo constante de los miembros de la SGI. Cambie y sigo cambiando mi corazón. Estoy agradecido con todo y todos.

Poco meses de retomar la practica decidí mejorar mi situación laboral, entregado a lo mundano no veía como poder estudiar además como ganaba tanto dinero no pensaba en mi desarrollo, así pues cuando decidí cambiar de trabajo capte que tenia solo el titulo de T. S. U. y no había estudiado más. No hice curso después de graduarme, confiado en que soy autodidacta pase a ser negligente. Como no tenia mas curso pensé me negarían las ofertas. Trace muchos planes, y los iniciaba pero no entendía por que fallaba. La lucha para vencer mis tendencias fue tan fuerte que pase como un mes queriendo renunciar a cada hora además cada viernes tenia un problema que salía estresado. A pesar de esto me decía, un devoto del Sutra del loto no debe fracasar, un devoto debe vencer pase lo que pase, pues como dice el Gosho “nunca he escuchado de un invierno que no se convierta en primavera, así un devoto nunca ha dejado de alcanzar la budeidad” con esto me alentaba y resistía sabia que todo cambiaria. Enfrentaba la flojera pues tendía a abandonar todo a la mitad. Un viernes decidí romper estas limitantes. Escuchaba de grandes logros de otros compañeros, y me dije no importa si no he estudiado yo voy a contactar un trabajo donde no deje ganar lo que gano, con características muy precisas. Y así, rompí los esquemas y salio una oferta en CANTV con estas características pero sucedió que no me llamaron. Reflexione mucho y seguí luchando haciendo mucho Daimoku, participando en la Gakkai y llevando todo a mi campo de acción mi familia, mi trabajo y mi relación de pareja. Al tiempo en mi trabajo, todo cambio y empecé a percibir las características que buscaba, sin embargo, aun sentía que tenia que desarrollarme más. Yo seguí perseverando, en medio de la práctica de Daimoku, la revolución humana y la propagación. Sobre este punto me permitía mas acelerar mi vida.

Un día la perseverancia y la determinación era mi desayuno. Me di cuenta que la practica sincera y constante es sumamente importante, pues de allí reflejaba mi compromiso con mi vida. He conocido de personas que con tan solo, veinte minutos diarios logran resultados asombrosos, otras se plantean, retos de Daimoku de horas diarias y también logran resultados pero en ambos casos se que dan el máximo de sus esfuerzos hasta que concretan incluso en el momento crucial de lograr la victoria porque perseveraban. Retándome a realizar tres horas diarias aun trabajando en Caracas lo hice con la convicción de que si me deficiencia se reflejaba en mis resultados, igualmente, un gran esfuerzo se iba a reflejar un gran resultado. Decidido a triunfar y a vencer mi tendencia, la respuesta a esto me salio una oferta en donde me buscaban por mis valores humanos mas que por mis estudios. Sin embargo al poco tiempo se derrumbo, entonaba Daimoku al Gogonzon interior para liberarme de ese sufrimiento. Quería transformar mi karma y contactar algo diferente de mi entorno. Así pues, pasaban los días y yo sin resultados concretos. En todo ese tiempo, practicaba incesantemente. Sabía que a través de la práctica para mí y de practicar para apoyar a otros ser absolutamente felices, me liberarían del sufrimiento, crecería humanamente y en consecuencia de una profunda transformación interna palpar mi budeidad tendría como beneficio mi meta.

Esta lucha que llevaba ya cerca de un año, empezó a dar frutos. Finalmente apareció una propuesta concreta. Había decidido irme. Extrañamente, empecé a ver todos lo cambios, y de que en ningún momento había falla en el trabajo, ni con nadie. Todo era falla de mi apatía, que constamente me decían pero que no veía por mi mismo. Casi quería quedarme, pero ya había tomado la decisión de irme. Fiel a ello, aun allí empezaron a aparecer más y más ofertas. Una mejor que la otra. Y ahora el problema era elegir la mejor. Esto era difícil pues más que un trabajo nuevo, era manifestar mi budeidad y mantener consistencia desde mi interior y mi entorno. Hasta ese momento muchas pruebas se manifestaban para dudar. Todo se resumía a vencer o fracasar. Justo el día que renuncie, me llamaron del otro trabajo cancelando la propuesta. Allí estaba sin trabajo pero con una firme convicción. Mi impresión era que a pesar de todo esa locura de un día con trabajo y al otro día no tener nada, mi interior no se veía afectado. Estaba construyendo seguridad, pureza y una fortaleza indestructible a la realidad. A dos semanas sin empleo, me determine y puse a prueba todo. Todos los días me llamaban de empresas distintas, y todos los días aparecía una oferta mejor sin yo aplicar y para todas yo era el hombre indicado. Lo extraño, era que no me llamaban más. Recuerdo un día mi antiguo jefe me llamaba, hablamos y todo se torno que me estaban esperando para volver si no tenía empleo en otro sitio. Yo no quería volver, pero comprendí que la falla no era el trabajo. Aun así me desafié a ofertarme a ganar 50% más. Finalmente decidí regresar, estaba tan seguro que aposte a que toda esa negociación se haría sin yo hablar nada. Determinado así sucedió, lo que yo pedía por reingresar era imposible que me lo pagaran, pero sin darme cuenta había roto con limitaciones internas y por ende mi entorno era más amplio, todo fue natural, me pagaron más de lo que plantee en la meta y los beneficios laborales abundaban. Esa semana regrese al mismo, puesto con la misma clave y mismo carnet y los mismos compañeros. Dispuesto a seguir cumpliendo misión y de ser vivo ejemplo del poder del Gohonzon. Estaba tan agradecido con todo y todos, pues eran la función externa que llevaban a retarme a transformar mi vida. El beneficio en si, no fue un mejor trabajo con un mejor salario, o con mejores circunstancia. El beneficio fue desarrollar una firmeza inamovible, de vivir basado en el Sutra del Loto y de una renovada determinación y pasión por la lucha del Kosen Rufu en el mundo. Era esto no era el final de una meta, sino el comienzo de una misión; seguir transformando el mundo, ofrendando mi vida a través de logro de mis sueños.

Muchas gracias por toda su atención, hasta una nueva oportunidad,

SGIV - Julio Quintana – Responsable de grupo DJM – Miembro de Grupo de Capacitación Guardianes de la Paz

14.12.06

Un corazon que canta de alegria

Un corazón que canta de alegría 
Extraído del sitio Gakkai Experiences Online
En una época tenía una casa vieja y grande que había sido dividida en cinco apartamentos. Yo vivía en uno  y los demás estaban alquilados. Los alquileres apenas  alcanzaban para cubrir los gastos, así que si alguien no pagaba me las tenía que ingeniar para pagar las facturas como pudiera. Una de mis determinaciones era que no  cortasen los servicios.
Mac, un inquilino grande y ruidoso  (tenía un viejo Chevi con el silenciador averiado) me debía cuatro meses y hacía algunos meses que no lo veía.
Estaba en quiebra  y  recibí un aviso de corte de  electricidad si no pagaba al día siguiente  
Como no sabia qué hacer, me remití a las “Orientaciones diarias” y leí: "Si usted invoca [Nam-mioho-rengue-kio (Daimoku)] con la resolución de  que su corazón cante con alegría, sus problemas se derretirán como el roció con el sol de la mañana." 
Me senté a cantar con esta determinación, pero lo que tenía en mente era  "la única manera de que mi corazón cante de alegría es que supere mis dificultades,  no al revés." De todas maneras seguí. ¿Qué más podía hacer? No me importaba que me tomara semanas, meses o años, no me iba a dar por vencido hasta que mi corazón cantase de alegría.
Después de 45 minutos de entonar daimoku totalmente enfocado en mi meta, comencé a invocar por la protección de mi gato albino. Casi me di una bofetada ¿Cómo podía perder  la concentración?, era importante que hiciera daimoku  seriamente,  no tenía tiempo para frivolidades.
En ese momento escuché el estruendo de un tubo de escape como el del Chevy.  Mi corazón comenzó a cantar de alegría pues Mac no  iba a aparecer  si no pensara pagarme el alquiler. 
Luego escuche a Mac subir torpemente las escaleras y llamar mi puerta. Cuando le abrí me tiró un fajo de billetes que se sacó del bolsillo de la camisa diciendo: "Disculpa que me haya atrasado en los pagos. Y encima, casi atropello a ese gato estúpido tuyo que confundí con una bolsa blanca en medio de la calle"

Los Cazadores de Pescado

Los Cazadores de Pescado
por Rosana Liera
Aunque crecí en Italia y soy hija de italianos, nací en Argentina durante la dictadura. A los veinte años rompí con mis padres por la violencia familiar y la falta de respeto a mi persona como artista y como mujer. Por poner un ejemplo, mis padres no incentivaban mi pasión artística al punto de no dejarme pintar, aludiendo que nunca me ganaría la vida con mi arte. Incluso, aseguraban que las mujeres no eran inteligentes ni para conducir un coche.
En vista de mi gran sufrimiento y buscando una vida mejor, decidí viajar por diferentes ciudades de Europa. A la par que enfrentaba la realidad y buscaba la manera de ganarme la vida,  ahogaba mi sueño de ser yo misma y de poner en uso mis habilidades artísticas. Entre un empleo y otro, trataba de liberarme de mi infelicidad trabajando como voluntaria en una organización dedicada a plantar árboles en África. Pero nada podía llenar mi vacío. La primera vez que pronuncié " Nam Mioho Rengue Kio" (Daimoku) fue con una amiga en Italia, pero no llegue a entonarlo, tan sólo lo repetí algunas veces.
En octubre de 1999 decidí escuchar mi corazón y luchar por mi sueño. Para mi esta era la última posibilidad de encontrar una escuela en cualquier parte del mundo que me ofreciera una oportunidad. Finalmente me gané una beca para estudiar cine de animación en Francia.
Y fue en Francia donde comencé a entonar daimoku día y noche frente a mi soledad y a las toneladas de dificultades que atravesaba. En aquel entonces no sabía nada de la práctica, de la filosofía budista, ni de la Soka Gakkai Internacional (SGI); así que pasé diez meses solucionando problemas completamente sola a fuerza de daimoku.
En agosto del 2000 regrese a Italia a buscar a la amiga que me había enseñado Nam Mioho Renge Kio para decirle que quería ser budista. Quería cantar por el resto de mi vida y quería preguntarle lo que necesitaba para recibir el Gohonzon. Quería saber dónde podía "comprar" uno.
Ella sonrió y me presento a la organización, y fue así como comencé a practicar en Italia el 22 de agosto del 2000 y en dos días aprendí  a recitar el Sutra (Gongyo) tal y como lo hago hoy.
En octubre del mismo año volví a Francia donde contacté a un grupo budista. En aquel entonces en Francia no se podía recibir Gohonzon sin tener al menos nueve meses de práctica correcta, pero mi determinación y mi fe eran tan fuertes que rompieron las reglas y el 10 de diciembre recibí Gohonzon después de dos meses de practicar en la Soka Gakkai de Francia (SGF).
Yo sabía que el Gohonzon era parte de mi vida tanto como lo era el aire que necesitaba para respirar. Esta es sin duda la razón por la qué Nichiren inscribió el Gohonzon para nosotros.
Por primera vez tenía la oportunidad de realizar mi sueño, pero el sufrimiento de siempre en lo profundo de mi vida no me dejaba abrazar esta posibilidad. Mi mejor amiga y orientadora de Kansas me decía para animarme: "Elegimos el lugar donde nacemos, a nuestros padres, y los sufrimientos que tenemos a fin de mejorar nuestra vida en esta existencia. Ya tienes todo lo que necesitas para ser feliz."
En realidad no entendía,  pero como confiaba en ella entonaba daimoku para poder captar la verdadera razón de mi sufrimiento…"Una mente nublada por las ilusiones que se originan en la oscuridad fundamental de la vida es como un espejo sin brillo, pero cuando se pule, se vuelve claro y refleja la naturaleza esencial de todos los fenómenos y el verdadero aspecto de la realidad." (del Gosho "Sobre el Logro de Budeidad en esta Existencia"; Escrituras del Nichiren Daishonin, volumen 1, p. 4). Finalmente, entendí profundamente todo lo que había vivido desde el momento de mi nacimiento. ¡Todo estaba claro, tenia que usar mi experiencia de vida y mi sufrimiento para hacer una película!
¿En que consistía mi sufrimiento?
De niña me impactaron profundamente todas las formas de violencia del ser humano; sobre todo las de Hiroshima, el Holocausto y la dictadura Argentina. Además me afectaba negativamente mi situación de eterna extranjera, siempre de un país a otro. No podía apreciar que en realidad era una ciudadana del mundo conocedora de otras culturas y capaz de hablar cinco idiomas.
¿Cómo superar mi sufrimiento?
Me inspire en una orientación del presidente Ikeda que recomendaba usar la propia capacidad artística para mejorase a uno mismo y al mundo. Y fue así como en octubre del 2000, al ritmo de un poderoso DAIMOKU, comencé a pintar y filmar diariamente dibujos animados. Llamé a Italia desde Francia y le hice shakubuku a mis padres. ¡Esta vez me apoyaron! (Recuerdo el disgusto de mi padre al no tener más razones para pelear. ¡Ahora tenía que acostumbrarse a mantener un diálogo pacifico conmigo!)
Paralelamente se manifestó mi karma negativo con los hombres. El músico que supuestamente debía crear la música de mi película (un tipo bastante famoso por cierto) se negó a verme y decidió no continuar en el proyecto, después de tres meses de intenso trabajo. Una noticia terrible si tienes tres días para finalizar una película y un productor pidiendo que la entregues.
Tenia que tomar una decisión. Entoné daimoku y encontré un estudio de grabación y una joven talentosa entusiasmada con la idea de trabajar en mi proyecto. Al día siguiente escribí la música y grabamos la percusión y las voces. El resultado fue extraordinario, la música salió magnífica y logré terminar la película en julio del 2001, justo a tiempo para la proyección.
La película se llama "The Fish Hunters" (los Cazadores de Pescado) -- Es una metáfora que expresa lo inútil de la guerra. ¿Hay algo más absurdo que buscar peces en el desierto, o pedirle a la gente pobre que de más y más?
Uso la película como puente de acercamiento y para entablar diálogos con la gente. Me han invitado a muchos festivales y conferencias para presentar la película y hablar sobre los procesos de paz. El film se ha exhibido por todo el mundo: Brasil, Teherán, Moscú, EE.UU. y Asia y ha ganado premios en Canadá, Inglaterra, e Italia. 
Pero el logro más sorprendente fue el premio que ganó como "nuevo talento en la animación" en Hiroshima el 22 de agosto del 2002, segundo aniversario de practicar con la SGI.
El presidente Ikeda tiene razón: podemos alcanzar el corazón de muchas personas a través de un diálogo sincero. Francamente no esperaba ganar premios o recibir ningún dinero por mi trabajo, sólo quería pronunciarme contra la violencia.
Hoy mi película está en la filmoteca de Hiroshima y pertenece a la colección de arte animado de mayor prestigio del Japón. Además, se la considera un documento artístico de acción contra la violencia.
Con este cortometraje de seis minutos agradezco, desde el fondo de mi corazón, a mi maestro Daisaku Ikeda por el intenso e incansable trabajo de diálogo de toda su vida para propiciar la felicidad  y la paz.
¡Gracias a la Soka Gakkai Internacional, sin su continuo apoyo no hubiera sido capaz de darme cuenta de que podía ganarme la vida con mi corazón!
Para terminar mi experiencia, me gustaría compartir con ustedes unas palabras de estímulo del presidente Ikeda:
"El éxito no consiste en acumular más de esto o de lo otro. No se mide en cantidades, significa cambiar la calidad de nuestra vida. La riqueza, el poder, la fama y el conocimiento por si solos no pueden hacerle feliz, no importa cuánto se posea. Tampoco podrá llevárselo consigo cuando muera. Sin embargo, al mejorar la calidad de su vida se habrá acercado finalmente a la verdadera felicidad."
(Traducida y editada por Maria Serrano-López y Angie Caperos)
Extraído del sitio Gakkai Experiences Online

El edificio que se ve desde los aviones

El edificio que se ve desde los aviones Extraído del sitio Gakkai Experiences Online Traducción: S. Oyola
Cuando no tengan muchas ganas de realizar gongyo o daimoku, suban al tren verde en Tokyo que circula el centro y busquen el edificio Sunshine (Sol Radiante) cerca de la estación K. Fue construído por alguien que no se salteó el gongyo y daimoku durante 30 años.
Había una vez un hombre quien estaba completamente mal y resolvió que iba a suicidarse. Estaba endeudado hasta las orejas, su esposa estaba ciega y su niño tenía problemas. Pero antes de morir, él quería tener como su última cena su plato favorito — un guiso de vegetales llamado “oden”.
Mientras estaba caminando por el centro, en las sombras de la noche, buscando un sitio donde vendieran guiso, él vio el resplandor de unos faroles en una esquina. Había un montón de gente amontonada. ¡Ah, un restaurante de guisos!  pensó deleitado y caminó vigorosamente hacia la luz.
Una vez que entró, empujó y se hizo un lugar entre la muchedumbre hasta que se dio cuenta que había cometido un error. Era una disertación. Y ya no podía salir. Cuando le preguntó a la persona que tenía al lado, le dijo que el disertante era el señor Toda. 
Después de escuchar la disertación le preguntó al señor Toda, “si este Nam-myoho-renge-kyo es tan poderoso, ¿se resolverán mis problemas financieros? ¿Mi esposa podrá ver? ¿Se resolverán los problemas de mi hijo?
A esto el señor Toda le respondió: “ ¡No sea ridículo! Si  todo esto se tratara de cosas tan insignificantes como esas, yo no estaría haciendo esto. Sus problemas financieros se resolverán! Su esposa podrá ver! Y los problemas de su hijo se resolverán! No sólo eso, usted se convertirá en un hombre rico! Usted construirá un edificio que podrá verse desde los aviones! Haga el gongyo de la mañana y de la noche y cante daimoku todos los días.”
No porque el hombre creía en algo de eso, sino porque fue movido por la poderosa convicción que el señor Toda tenía, él comenzó a practicar. Aunque fue muy difícil al principio, él, lleno de fe, siguió las instrucciones del presidente Toda. No falló en el gongyo. Hizo el gongyo de la mañana y de la noche y cantó una hora y media de daimoku todos los días.
Bastante seguro, los resultados comenzaron a suceder. Resolvió sus problemas financieros. Su esposa recobró la visión. Su hijo ya no tuvo problemas. El hombre se convirtió en vicepresidente de la empresa en la que trabajaba aunque no estaba tan “bien educado” (académicamente) como el resto de sus pares. Se hizo rico. Su hijo se convirtió en un activo miembro de la división de jóvenes. Las cosas excedieron sus expectativas.
Cuando cumplió sus 30 años de práctica, él fue visto parado en la cima de un edificio, murmurando entre lágrimas. El hombre estaba parado en la cima de un rascacielos que él había construido. Decía...” Todo se convirtió en realidad! Este edificio se ve desde los aviones! Después de 30 años....Gracias Sensei. Gracias Soka Gakkai!”
Algunos años después el hombre murió en sus 80 años, dejando un legado de práctica consistente. Pero antes de hacerlo, él muchas veces señalaba el rascacielo y decía: “¡Esto prueba el poder del daimoku! Estoy aquí para probarlo. Entonces, por favor hagan el gongyo de la mañana y de la noche y canten daimoku."
Entonces, cuando no tengan ganas de hacer el gongyo y cantar daimoku, miren el edificio Sol Radiante. Todavía está allí.
(Este edificio está situado en Tokyo, en la cuidad de Ikebukuro, y todavía es uno de los más altos edificios en Japón. Es muy conocido y famoso. Tiene de todo: oficinas, restaurants, tiendas de negocios y hasta un acuario. El edificio Sol Radiante fue construído en el sitio donde antes estaba la prisión de Suginamo, donde una vez estuvieron presos los señores Makiguchi y Toda.)  

Visualizacion energizada por un mantra

Visualización energizada por un mantra -- La oración como solemne promesa
Por Charles Atkins
No hay nada que pueda poner en tela de juicio a la prueba real. En 1987 superé un cáncer avanzado con la energía de la fe, oración y un excelente tratamiento médico. Orar es hacer una solemne promesa. Enfrentando los estragos del cáncer, su tratamiento y a mi propia muerte, prometí ante el Gohonzon que si sobrevivía contaría mi historia por todo lo ancho y largo de nuestro mundo en pro del kosen-rufu (Paz Mundial). Tomé la resolución de que compartiría la grandeza de Nam-mioho-rengue-kio (Daimoku) con los enfermos y con los que sufren, para darles esperanza. En mayo del 2002, después de 14 años de intenso esfuerzo, mi libro se publicó con el título de "Sanación budista moderna".
El camino que recorrí desde mi recuperación hasta lograr que me publicaran fue arduo y plagado de dolorosos obstáculos. Desde que el cáncer remitió, personas con cánceres incurables, diabetes, cardiopatías, SIDA, y enfermedades mentales han buscado mí consejo para superar sus padecimientos. Lo que yo sabía de medicina alopática o de terapias alternativas era apenas nada -Lo que sí conocía era del poder absoluto del daimoku y una técnica de visualización reforzada con un mantra que utilicé en mi sanación y que fue divulgada por el vice presidente de la Soka Gakkai Internacional (SGI) Takehisa Tsuji. El método consistía en entonar daimoku imaginándo los siete caracteres de Nam-mioho-rengue-kio sobre el cuerpo, en perfecta correspondencia con el esquema de los chakras del hinduismo y del budismo tántrico. Comencé a enseñar a otros a entonar de esa manera para combatir la enfermedad y paralelamente comenzó mi formación en medicina psicosomática. Mis grandes maestros eran la oración, la fe, el Gohonzon, el Sutra del Loto, el Gosho, las publicaciones de SGI-USA, la invencible relación de maestro-discípulo con el presidente Ikeda, y en especial, la gente que sufría.
La idea del libro surgió en 1995 cuando dos miembros pioneros de la SGI, Bill y Carolyn Thompson de Connecticut me buscaron para ayudar a un pariente suyo con linfoma. Esto hizo que me retara a escribir mi primer borrador. Pasé varios meses investigando, escribiendo, y entonando el máximo daimoku que podía. Escribir el libro terminó por ser lo más fácil, lo difícil llegó a la hora de comercializarlo. El primer año, tras contactar a un agente literario y revisar el original, recibí el rechazo de casi 200 editoriales. Mi agente y yo nos separamos, volví a revisar mi trabajo y me asocié con un agente especialista en el mercado asiático. Presentó mi libro a cientos de editoriales asiáticas sin ningún resultado. De nuevo, sin agente volví a revisar mi libro.
Durante la escritura y el proceso de marketing aparecieron, uno tras otro, desalentadores y dolorosos obstáculos que competían por interferir en la concreción de mi meta y ponían a prueba mi fe constantemente. Como ser humano, me sentía desalentado por la larga lista de fracasos y empecé a dudar de mi mismo. ¿A quién le iba a interesar un libro sobre sanación escrito por alguien sin apenas formación? La idea era absurda. No era ni médico ni erudito y toda mi educación superior consistía en el entrenamiento intensivo que recibí sobre el budismo de Nichiren Daishonin en la división juvenil de la SGI-USA. No obstante, ese mismo entrenamiento básico en la fe me llevó una vez más a entonar abundante daimoku al Gohonzon .
En 1995, me enteré de que la SGI-USA iba a participar en una conferencia interreligiosa en la Universidad DePaul de Chicago. Les propuse a mis encargados de Chicago escribir un ensayo sobre sanación budista para presentarlo en la conferencia. Oré ante el Gohonzon para poder absorber todo que leía y para contactar el depósito ilimitado de conocimiento que está dentro del ser humano. Cuando me puse a trabajar, la escritura del ensayo fluía como un río caudaloso. La víspera de la presentación de mi ensayo mi padre murió de un ataque al corazón. Era un Sansho-shima (gran obstáculo) para frustrar mis esfuerzos. Gracias a la sabiduría y la fortaleza de la cantidad de daimoku entonado, inmediatamente me di cuenta de la importancia de mi misión.
Con renovada determinación, revisé el manuscrito otra vez, compaginando el ensayo académico con mi experiencia personal. Después de mucho orar, decidí elegir un solo editor a quien enviárselo. Además contravine deliberadamente todas las reglas de la industria editorial. Si anteriormente enviaba capítulos-muestra a doble espacio en papel de alta calidad, con cartas de presentación meticulosamente elaboradas y el franqueo de reenvió incluido, esta vez mandé el libro completo, con margen simple línea, en papel barato escrito por ambas caras y con una escueta carta de presentación. La idea era que si el libro no le interesaba a nadie, ahorraba dinero para publicarlo yo mismo.
Poco después de enviar el manuscrito, supe que mi hermano se estaba muriendo. Un año más tarde murió mi madre. Había orado para que ellos me vieran triunfar como escritor, así que estaba desolado. Para colmo, mi matrimonio se desmoronó. Pensé que me iba a volver loco, pero continué recurriendo al Gohonzon. Casi dos años después de la muerte de mi madre el editor me hizo una oferta. Ahí comenzó un verdadero trabajo de investigación y revisión del manuscrito que duró 15 meses. Después de terminar de escribir la segunda versión, según las indicaciones de mi editora, recibí la noticia de la muerte de ésta.
Valerie Cooper, la protegida de mi editora, se hizo cargo del proyecto. Desde el principio establecimos una conexión maravillosa. Me impresionó mucho su entendimiento del budismo y del mensaje que yo quería transmitir. Sus recomendaciones transformaron mí manuscrito en un libro de gran calidad y valor para ayudar a los que más lo necesitaban. Valerie sugirió un subtítulo que considero exponente de la ley mística : "Estrategia espiritual para transformar el dolor, la enfermedad y la muerte."
Ahora, surgen -como respondiendo al daimoku que entoné durante tanto tiempo- personas de todo el mundo dispuestas a defender la causa de la sanación budista moderna. Son personas por quienes he orado y que me han ayudado en el pasado. Ahora mi oración consiste en utilizar mi libro para sembrar la preciosa semilla de Nam-mioho-rengue-kio en la vida de 100 millones de personas en pro del kosen-rufu y para erradicar el sufrimiento.

16.4.06

Mi Experiencia

Mi Experiencia
 
"Un viaje de mil millas comienza con un solo paso. Lo mismo cabe decir de nuestro viaje por la vida, nuestro periplo hacia la felicidad y travesía hacia el Kosen- Rufu. Es importante dar un paso hoy y arremeter hacia adelante. Si tenemos la determinación de avanzar, pase lo que pase la victoria estará esperándonos   al final del camino"
 
Mi nombre es Yosmir Gil, de Venezuela. Con unos padres maravillosos, rodeada de mucho amor, un hogar constituido como pocos, con amor, valores y buena fortuna.
Conocí a la persona que me condujo a la religión Budista hace tiempo, aunque nunca hablamos de ella, sé que a mi madre sí le llegó a platicar del budismo, el cual ella nunca practicó.
Al pasar los años, mi madre falleció.  Por casualidad, o mejor por "causalidad", me volví a topar con la Sra. Agueda Moran, gran persona, para mí una gran Budista, con una fe inquebrantable,   lo mejor de lo mejor. Hablándome de la práctica, en esos días en que ella se iba del país hacia Canadá, durante el poco tiempo que estuve a su lado me llevó al han "Norte" y al han "Los Cerezos", conocí a  la Sra. Petra Pérez y al Sr. Mauricio Pérez, ambos dirigentes del distrito Barquisimeto.
Comencé a asistir a las reuniones aunque sin objetivos, pero algo me hacía ir. A los 5 años de práctica, con apoyo de María Antonieta Muhaman recibí Gohonzon, el 27 de julio del 2003;   para ese momento, estaba deseosa de recibir mi Gohonzon,  luego de tanta paciencia.
A los 15 días de recibir Gohonzon descubrieron mi enfermedad, la cual era de resolución a través de la cirugía. Conseguí el dinero prestado. La operación fue un éxito.
En ese momento la Sra. Marlí de Castro me apoyó con su daimoku y su presencia, la cual agradezco todo el tiempo; de parte de mi familia, agradezco a mis tías que fueron el soporte en esos duros momentos, a mi primo o mejor dicho mi hermano Federman Salas, que ha sido también padre para mis hijos, gracias por el apoyo brindado por todos.
A mi hermanito David Quintero mexicano  japonés , como él se hace llamar  "el buda mexicano":  gracias por el apoyo con su daimoku por mi salud , por estar siempre pendiente de mí a pesar de los miles de kilómetros que nos separan, gracias David , Takako y Solcito .
Al Sr. Néstor Moreno Gonzalez, de Panamá, con sus sabios consejos, sus oportunas intervenciones en mi vida, y el  daimoku por mi restablecimiento.
A los 3 meses de operada,  ya en franca recuperación, vuelvo a estar enferma de apendicitis. Voy al médico, una bella persona, el Dr. Giovanni Bellio, el cual me trató como un verdadero Buda, las consultas ni me las cobraba, qué beneficio! Nos dijo a las tres (ya que siempre andaba con mi hija y mi tía) que no me podía operar ya que la anterior cirugía era muy reciente y tenía mucha infección, me mandó un tratamiento muy fuerte por vía intravenosa, me ponía muy mal cuando la solución entraba en mi cuerpo, vomitaba y me sentía como yéndome del cuerpo, casi me desmayo, era horrible. Oré al Gohonzon, aunque muy desanimada y todavía sin dinero. A todas estas, pensaba que no podía hacer nada, ni siquiera la limpieza cotidiana del hogar, que entonces debía ser realizada por mis hijos.
Seguí orando al Gohonzon para poder vender mi casa, en la cual viví con mis padres. Llevaba un año deshabitada, me sentía sin salida, seguí asistiendo a las reuniones,  me iba en ruta por lo general, algunas veces con la Sra. Liliana de La Cruz, ya que estamos en el mismo han.
El 13 de Marzo del 2004 me decidí a operarme, ya tenía 6 meses con mi apendicitis, gracias a que se formó un plastrón alrededor del apéndice.
Ya recuperada de esta nueva  operación me sentía peor, sin resolver mi situación económica, en esos días iba caminando hasta el han, no podía pagar ruta, iba caminando hasta allá. Un lunes, cuando cruzaba la calle, me llevó un carro por delante. Afortunadamente no pasó de unos moretones, cuando me levanté del pavimento no sabía si devolverme a mi apartamento o ir a la reunión, porque me sentía muy mal anímicamente. Fue como un detonante para mí, saqué coraje y decidí ir por todo el camino, canté daimoku con voz quebrada, se me hacía un nudo en la garganta. Pero en un momento me prometí que pronto volvería   a las reuniones no caminando por no poder pagar una ruta, sino en un automóvil nuevo  y oré con mucha determinación.
A los pocos días llegó a mis manos el Seikyo del mes de Abril y leí la experiencia de Kayo Enamoto de Japón sobre la grandeza del daimoku, la cual me terminó de impulsar a lograr mi gran meta, que era vender mi casa, leí por todo lo que ella pasó y fue mi norte lograr cambiar sólo cantando daimoku, al haber cantado 2 millones logre la opción compra-venta.
Me compré mi carro, para asistir a las reuniones y para el Kosen Rufu, pagué mis deudas y ví mi oración contestada, el proceso no  fue nada fácil, diría que desesperante. ¿Cuántas veces invocamos sin convicción?
Aceptar es fácil, mantener es difícil. Pero la budeidad yace en continuar en la fe… (Gosho "La dificultad de mantener la fe").
¿He cambiado? Sí, para poder seguir en esta  revolución humana nuestro interior sufre transformaciones, todas ellas en positivo, porque nos da el tino para ser cada día mejores seres humanos. Así que todos los miembros de esta maravillosa organización cada día debemos pulir nuestro espejo, no es que no sigamos enfrentando obstáculos, sino que vamos en ese aprendizaje de una vida mejor, trabajando por el kosen rufu por que otras personas sean felices y alcancen sus metas. Cómo llena ver y apoyar con el corazón a otras personas   verlos lograr sus objetivos.  Invito a todos los que somos Bodhisattvas de la tierra a seguir con esta lucha hermosa de compartir esta religión, hacer shakubuku, sean cuales fueren las circunstancias que se nos presentaran no lo duden, oremos para que seamos como la arena del mar y pronto hacia el Cabildo Barquisimeto, por lo cual hago mías estas palabras del presidente Toda :
"Yo me comprometo a realizar el kosen rufu. El león no busca compañía, tengo que convertirme en un león del kosen rufu. Es el trabajo del león, cuando uno decide luchar solo, otros lo siguen sin falta".
 
 Gracias Jennifer por permitirme apoyarte en tu recuperación, a la Sra. Petra   con sus logros obtenidos recientemente.
 
A la Sra. Ofelia por los sabios consejos, a la Sra. Dagmar, Rosario, Zuly , Angelita, Rebeca por sus ocurrencias, cariñosamente, Panakire, Mercedes gracias por las veces que fuiste a mi   apartamento, Zoltan , Mary Olga cariñosamente mi Coronela .
Agradezco a Sandra Lasser que me volvió hacer shakubuku mi madrina, a LIZZIE  Elizabeth  Ryske,  con quien he mantenido mensajes lindos no solo de budismo, a Cristina de Chile, Jorge Salguero de Argentina, Jessi che piba linda, Alvaro de Uruguay,  que vive en Boston.
Al Sr. Arlex Castro gracias por apoyarme y escribirme ese gosho tan lindo con tanta fuerza. A todos!
Me despido de ustedes con este poema del presidente Ikeda, mi Sensei
 
                     Tú posees
Un sueño tuyo y sólo tuyo
Tú eres dueño
De un tesoro que nadie más
Posee
Tienes una misión
Que solo a ti te pertenece
¡Por ende,
Tuya es la llave para abrir
Los misterios y las maravillas de la vida!

                                                 YOSY

4.3.06

JAVA Una Experiencia que tumba esquemas


Por Emile Svitzer
(Utilizado con permiso del autor)
Traducción de David Silva de SGIV
Tomado por Ricardo Del Río de la comunidad de MSN de SGI Soka Gakkai Groups

Mientras estaba haciendo gonguio y entonando daimoku esta mañana, de pronto me encontré a mi mismo orando por las personas de los países del sur de Asia que habían sufrido con la reciente devastación. Aún cuando estaba preocupado por todas las vidas en aquel lugar, no podía evitar pensar en una persona en particular: un miembro de la División de Caballeros de la India llamado Java.

Conocí a Java en una conferencia de la División de Caballeros en el Centro Cultural de la Naturaleza de Florida (FNCC por sus siglas en inglés) en agosto del 2003. El encuentro con Java y lo que compartió conmigo ha impactado profundamente mi vida, así como la de otros con quienes he compartido la experiencia de haberlo conocido.

El primer día de la conferencia, noté que algunos caballeros, quizás menos extrovertidos que los demás, se sentaban solos a la hora de las comidas. Tomé la determinación de que en cada comida buscaría a uno de estos caballeros para sentarme con el y escuchar su historia. En la siguiente comida, ubiqué a un caballero indio oriental de cierta edad, que daba la impresión de tener sesenta y tantos años de edad, que estaba sentado solo en una mesa, así que fui y me presenté. Nunca olvidaré la forma en que se iluminó su cara de emoción mientras yo me presentaba y le pedía permiso para unírmele.

Luego de decirme su nombre completo, el cual traté infructuosamente de pronunciar, él misericordiosamente me dijo que todos lo llamaban simplemente Java y que vivía en la India. Cuando le expresé que me impresionaba mucho que hubiese viajado tanto para asistir a la conferencia, Java confesó que en realidad cuando escuchó sobre la conferencia se encontraba en el Estado de Washington y había decidido venir.

Había ido allí a visitar a un miembro que estaba enfrentando un obstáculo y necesitaba aliento. De alguna manera, yo estaba aún más impresionado por este hecho que por la idea de que hubiese viajado desde la India para la conferencia del FNCC y así se lo dije. Entonces fue cuando se rió de mí (en un modo muy agradable) y me contó sobre su primera experiencia de haberse encontrado con el presidente Ikeda.

Al comienzo de su práctica, unos treinta años antes, Java viajó al Japón, donde tuvo la gran fortuna de recibir orientación personal del presidente Ikeda. En aquel entonces, Java era muy pobre y había gastado sus últimos ahorros en el viaje. Consecuentemente, de inmediato comenzó a quejarse con el presidente Ikeda diciendo que su terrible karma de pobreza era el gran problema de su vida que él quería superar.

Sentándose junto a él, el presidente Ikeda dijo: “De manera que usted quiere mucho dinero, ¿no?

“Si”, contestó Java.

“Y si lo obtiene, ¿Qué hará con todo ese dinero?”

Desde luego que Java tenía una larga lista de cosas que pretendía hacer con el dinero, pero percatándose que la pregunta del presidente Ikeda era más profunda, decidió no responder inmediatamente. Sensei continuó hablando: “Java, puedes pedirme un cuchillo, y puede ser que yo te lo dé. Pero, ¿Qué harás con él? ¿Lo utilizarás para hacerle daño a alguien…o a ti mismo? ¿O lo utilizarás para tallar una imagen del Buda a partir de un simple pedazo de madera?

“Desde la perspectiva budista, todo en la vida tiene dos propósitos, su propósito básico y su propósito verdadero.

”El propósito básico de este edificio en el que estamos sentados ahora, por ejemplo, es el de protegerme del sol y la lluvia mientras estoy sentado aquí. Pero el propósito verdadero del edificio es el de protegerme del sol y la lluvia mientras estoy sentado aquí… para alentar a una persona.

“El propósito básico de un carro es permitirnos viajar una larga distancia. Pero el propósito verdadero del carro es permitirnos viajar una larga distancia…para alentar a una persona.

“El propósito básico de poseer dinero es comprar la gasolina para echarle al carro, y así poder viajar una larga distancia. Pero el propósito verdadero de poseer dinero es comprar la gasolina para echarle al carro, y así poder viajar una larga distancia… para alentar a una persona.

“¿Por qué razón oramos cada mañana, durante el gonguio, por la protección de los dioses budistas? Oramos por la protección de los dioses budistas para poder estar seguros mientras manejamos nuestro carro y viajamos una larga distancia…para alentar a una persona.

”Si posees algo, como un carro, pero no haces que cumpla su propósito verdadero, entonces bien podrías botarlo. Pero si oras por tus deseos con una determinación sincera de que cumplan su propósito verdadero, entonces siempre tendrás lo que necesites.”

Caray.

Java me dijo que regresó a casa desde Japón con los esquemas rotos, y con una nueva determinación. A partir de ese momento, comenzó a entontar daimoku basándose en esta nueva perspectiva budista, tal como le indicó el presidente Ikeda. Al poco tiempo, su hijo logró un éxito y riqueza extremos en sus negocios y retiró a Java del trabajo. Java nunca ha tenido que preocuparse por el dinero desde entonces. Su hijo le provee de todo el dinero que necesita para poder ir a cualquier lugar del mundo, en cualquier momento…para alentar a una persona. Es lo que estaba haciendo en el Estado de Washington en ese momento.

Durante la comida, Java continuo compartiendo otras orientaciones que había recibido de sensei, pero para entonces a mí también se me habían roto todos mis esquemas como para poder absorberlas todas. Desafortunadamente, ese fue el único momento que tuve para dialogar en privado con Java en el FNCC, ya que yo estaba decidido a cumplir mi plan de sentarme con alguien nuevo en cada comida. De modo que fui diciéndole a todo el mundo que si tenían la oportunidad de hablar con este compañero, Java, que lo buscasen…”les romperá los esquemas”. A partir de entonces, durante las comidas, había siempre un gentío en la mesa de Java y todo lo que alcanzábamos a hacer era saludarnos desde la distancia.

Desde esa conferencia en el FNCC, he compartido la historia de Java con docenas de personas en varias reuniones, con la esperanza de alentar al menos a una persona. Decidí que durante el 2005, haría mía la determinación de Java, poniendo en práctica la profunda orientación del presidente Ikeda en mis oraciones y acciones.

La orientación diaria del presidente Ikeda (Para Hoy y Mañana, diciembre 29) dice: “¿Quién es realmente grande? Espero que puedan desarrollar la habilidad de discernir la verdadera grandeza humana. Una gran persona es aquella que forja la unidad entre los seres humanos mediante el diálogo sincero, armado con una profunda filosofía, con sus pies firmemente plantados sobre la tierra. Una persona de grandeza es aquella que vive entre la gente y se gana su respeto inamovible. La caprichosa popularidad y las modas pasajeras son sólo cosas ilusorias.”

Cuando leí esto, pensé de Nuevo en Java. Lamento que no hayamos intercambiado direcciones de correo electrónico. Si cualquier persona que llegue a leer esto sabe cómo contactarlo, por favor avíseme. Me gustaría saber que se encuentra bien. Estoy orando por ello. Y si se encuentra bien, entonces ya sé exactamente lo que debe estar haciendo.

29.1.06

Experiencia Judith Penuela

Buenas tardes a todas y todos. Feliz Año 2006!
Soy Judith Peñuela y estoy practicando este maravilloso budismo desde el 21de junio del pasado año!. Me siento inmensamente feliz en compartir con ustedes mi VICTORIA de haberme liberado del pequeño infierno en que vivía.
La Navidad del año 2004 fue muy amarga para todos en mi hogar y más para mi por sentirme frustrada como madre, como abuela y … como suegra, porqué no? Estaba pasando en ese momento por una gran tristeza afectiva debido a que las relaciones con uno de mis hijos y su esposa estaban sumamente distantes y frías llegando a ser hasta irreverentes. Era mi primera experiencia como abuela y no podía ni siquiera disfrutar de mi nieto. Me sentía censurada, sin la capacidad de comunicarme, me sentía despreciada, aislada, ajena e ignorada. Era una situación en la que solo tenia la ilusión de que dándole tiempo al tiempo podría mejorar. Esta situación familiar tan dolorosa me llevo a tomar la decisión de distanciarme, pues era la única manera, en ese momento, de no enfrentar ese sufrimiento.
Fue entonces cuando mi hija Fesita que es miembro de la Soka Gakkai en San Francisco, California me habló de esta práctica. Me contó su experiencia de cómo ella había comenzado a invocar Nam Myoho Renge Kyo.
Mi hija me dio las luces básicas del Budismo de Nichiren Daishonin, me contó muchos testimonios admirables y me dijo que estaba orando por la felicidad de nuestra familia, es decir: su padre, sus hermanos y yo, de manera que yo estaba realmente sorprendida - asombrada y con una curiosidad inmensa. Al sentir que yo estaba interesada y que rápidamente había aprendido a recitar Nam Myoho Renge Kyo, me envió el teléfono y la dirección de la Soka Gakkai Internacional aquí en Caracas.
Una de las cosas que me contó Fesita, y que me impactó mucho fue sobre los beneficios que se obtienen a través de nuestra práctica y que afecta positivamente a nuestros parientes de 7 generaciones anteriores y de 7 posteriores. Motivada por mi gran tristeza familiar, decidí unirme a distancia, con mi hija para orar - orar y orar con la esperanza y plena confianza de sanar y transformar esa situación, recordando las palabras del Presidente Ikeda donde menciona que “la oración limpia el corazón …” y también menciona que:
“si uno cambia cambian los demás, si cambian los demás cambia el corazón, si cambia el corazón de uno cambia la palabra, si cambia la palabra cambia la postura de uno, si cambia la postura de uno cambia el ambiente, si cambia el ambiente CAMBIA LA VIDA COTIDIANA” .
Efectivamente la situación comenzó a mejorar muy rápidamente. Yo decidi recibir Gohonzon y qué maravilla que cuando me visitaron en mi casa Shoko, Esperanza y Gisela, para formalizar mi ingreso a la organización llegaron por sorpresa mi hijo, su esposa y su bebe y se mostraron bien cordiales y conversadores… aún sin saber de que se trataba todo eso, porque como no teníamos comunicación alguna, ellos estaban como en la luna… y yo estaba emocionadísima por el momento que estaba viviendo.
El 11 de diciembre, fecha inolvidable, recibí mi Gohonzon. Cuando fueron a casa a entronizarlo, también llegaron de visita mis hijos y mi nieto, presenciaron con atención y respeto la instalación y cuando empezamos a hacer daimoku mi nuera se quedó con nosotras muy interesada en conocer sobre la practica y en voz baja cantó y cantó y siguió en silencio el Gonguio… yo me sentía en ese momento tan y tan feliz y tan agradecida que no lograba concentrarme en la lectura del Gonguio, porque mis ojos también celebraban con alguna lagrimita… que yo trataba de dominar…
Gracias a mi práctica y dedicación se modificó esa inmensa pena, y una gran muestra de la transformación es ESTA Navidad, que ha sido de compartir, de alegrías, de risas, de llanto positivo y hasta de ocuparse en darme regalos sorpresa y con lindos detalles, pensando solo en agradarme y en demostrarnos mutuamente nuestro amor.
Tengo la determinación de desarrollar mucha fe, coraje, convicción y confianza para construir un hogar ejemplar a través de mi propia felicidad, nuestra felicidad y la felicidad de todo mi entorno.
Me siento privilegiada y muy emocionada de que hoy, el primer día del primer mes del 2006, tenga la oportunidad de comenzarlo compartiendo con ustedes mi victoria, y determinación a tener sucesivas victorias para el 2007. Quiero manifestar mi agradecimiento mas sincero y mi mas profunda alabanza a Nichiren Daishonin por habernos legado este maravilloso budismo, a sus sucesores por haberlo internacionalizado, a Fesita mi hija por haberme iniciado en esta maravillosa práctica y a los miembros de la Soka Gakkai Internacional de Venezuela quienes con su apoyo, ejemplo, sabiduría, dedicación, humildad y sencillez me invitan a cultivar esa convicción, ese coraje y esa esperanza de llegar a ser también una persona felizmente dedicada a propagar la Ley.
Para cerrar quisiera compartir una cita del presidente Ikeda:
“La oración es el coraje de perseverar. Es el esfuerzo para superar nuestra propia debilidad y falta de confianza en nosotros mismos. Es el acto de imprimir en las meras profundidades de nuestro ser la convicción de que podemos cambiar la situación sin fallar. La oración es la manera de superar cualquier miedo. Es la forma de hacer desaparecer el sufrimiento, la forma de encender una antorcha de esperanza. Es la revolución que escribe de nuevo el escenario de nuestro destino.”
Gracias por escucharme y de corazón les deseo mucha felicidad en este año nuevo.
Caracas, enero 1 de 2006

2.1.06

Experiencia Mi Crecimiento

Experiencia de la responsable de grupo Los Dos Caminos. SGIV. Contada en Gonguio de Año Nuevo 2006.
Hola Buenas tardes una vez mas feliz ano nuevo! Muchísimas gracias por su asistencia en este día tan maravilloso!....mi nombre es Ana Patricia Castro, tengo dos hijos y he sido invitada a contar algunas de nuestras victorias!

Antes de conocer el budismo de Nichiren Daishonin yo era una persona con muchos temores. Venia atravesando una serie de problemas sentimentales y emocionales que afectaba mi núcleo familiar. Al mismo tiempo tambien ERA una mujer muy estricta y muy inflexible en mi vida y con mis seres queridos. Esta intolerancia me hacia tomar determinaciones drásticas que constantemente me llevaban al sufrimiento... en esa época decidí divorciarme y tome las riendas de mi hogar, de guiar con principio y valores mi vida y la de mis hijos.

Hace cinco años conocí la práctica a través de la Sra. Luz Marina, a quien deseo manifestar mi respeto y mi agradecimiento... Fue a partir de allí que mi vida cambio. Lo primero que hice fue orar por mi felicidad y por mi armonía interna. Me dije vamos a ver que tal esta practica que me promete ser feliz en esta existencia.
En realidad se quedo grabado en mi piel y en mis células NAM MIOJO RENGUE KIO... fue una conexión inmediata, mi vida hizo click...me tomo un tiempo entender de cómo debía orar pero después entendí que nam miojo rengue kio era el agua que calmaba mi sed... y dije es esto lo que yo tanto buscaba..y lo encontré.
Empecé a orar porque yo también quería tener mi propio Gojonzon en mi hogar y el 12 de octubre del 2002 lo recibí felizmente. Seguí cantando sin decir nada a nadie. Sin pensar mis hijos me observaban y veían como cambiaba mi vida día a día, lo notaban los vecinos y también mis amigos...Yo seguía convencida cien por ciento del poder del Gohonzon. También oraba para que mis hijos se acercaran a esta práctica. Ellos por su propia decisión y sin decirles nada un día se sentaron a cantar conmigo frente al gojonzon.
En ese momento sentí una gran felicidad. Hoy día también son miembros de la soka gakkai internacional de Venezuela y ahora somos tres los que oramos en casa... Juntos nos fijamos metas, una de ellas ha sido la felicidad de las personas que nos rodean y la nuestra y yo siento que hemos construido bases sólidas, donde escuchar y dialogar son nuestros principales instrumentos para acercarnos entre nosotros y con los demás. Otra meta fue comprar un apartamento con determinadas características...nos sentamos con determinación y agradecimiento frente al gojonzon... Para lograr esta meta yo cantaba en la cocina...lavando....en mi trabajo.. en mi carro.. cualquier lugar y momento era bueno para orar con agradecimiento y mucha fe,... estaba feliz y no cantaba sola,... éramos tres, mis hijos yo.
Me involucre en las actividades gakkai. Ore cualquier cantidad de horas con confianza, determinación y sin angustia con el profundo deseo en el corazón de tener nuestro propio apto y dije,... en cuanto lo logre servirá para hacer actividades del Kosen Rufu ... y así fue, a los tres meses .. obtuvimos el apto. Mejor de lo que imaginamos y en un sitio cercano al colegio de mis hijos. El 6 de enero del 2005 se abrió mi casa al kosen rufu.

QUIERO DECIR DESDE LO MAS PROFUNDO DE MI VIDA Y DE MI CORAZON QUE DOY INFINITAS GRACIAS A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE ME APOYARON EN ESTE LOGRO TAN MARAVILLOSO PARA QUE HOY EXISTA EL GRUPO LOS DOS CAMINOS Y QUE FUNCIONE EN MI APTO. DOY GRACIAS A LOS MIENBROS QUE LO CONFORMAN SON ESPECTACULARES, LOS ADORO, CUÍDENSE LOS AMO MUCHÍSIMO, LES DOY LA BIENVENIDA A TODAS LAS PERSONAS QUE QUIERAN PRACTICAR JUNTO A NOSOTROS.

En nuestro grupo nos organizamos, por supuesto con apoyo de los responsables que en ningún momento nos dejaron solos seguimos cantando y trazándonos metas y a los seis meses se hizo una reestructuración en la organización y me propusieron que fuera responsable del grupo que venia desarrollándose en mi apto! ay... un reto mas en mi vida.
Lo pensé y acepté y decidí que aquí se terminarían mis temores, mis miedos y crecerían mis responsabilidades, asumí este compromiso con mucho amor . Seguí mi gran deseo de ayudar y apoyar a todo el que se me acercaran y tome de la mano y muy en serio lo que siempre escuche...fe, practica y estudio, practica para mi y practica para los demás. Determine muy seriamente asistir a las capacitaciones de responsables, de atender a los miembros, de apoyar al que necesitara orar.
Durante el 2005, paralelamente me tracé otra meta, pero en mi área laboral. Soy terapeuta y estudio medicina tradicional china y este 2006 me gradúo. He estado asistiendo a clinicas y dispensarios como parte de mi entrenamiento y aplico terapias alternativas
Actualmente soy independiente y tengo mi propio consultorio (otra meta mas alcanzada) para atender a mis pacientes y a todas las personas que necesiten de terapias alternativas para recuperar su salud y así contribuyo felizmente a que muchos mejoren su salud y continúo orando para servir a todas aquellas personas que necesiten mis servicios.

Quiero terminar mi experiencia mencionándoles una orientación del segundo presidente de la soka gakkai internacional, señor Josei Toda la cual me nutre constantemente:

En este mundo hay muchas personas que sufren por la pobreza , por las enfermedades, etc. Ahora, para que vivan una vida feliz desde el fondo de su corazón no hay otra cosa que propagar . Muchos dirán “ basta si oramos en casa” sin embargo, esta personas, si no participan en las actividades Gakkai, no pueden propagar correctamente, por lo tanto, no surgen los beneficios esperados. Todos los creyentes que se olviden de propagar no podrán ser colmados de beneficios.

En este ano de la propagación y forja de valores humanos estoy determinada a continuar desarrollándome como una mujer integral y forjar un grupo lleno de jóvenes sucesores del legado del presidente Ikeda, jóvenes valores luchadores por la paz del mundo. Junto a mis hijos quiero agradecer profundamente a todas las personas que me han cuidado y me han orientado durante estos cinco anos. Hoy día puedo decir que soy una mujer feliz.

Muchísimas gracias y deseo para ustedes la felicidad verdadera!

22.12.05

UN AÑO CON GOHONZON

Experiencia de Elizabeth Ryske

El 5 de diciembre de 2004 recibí Gohonzon.
Comencé a practicar a fines del 2003, de manera discontinua y con escasa convicción, pero el 7 de julio de 2004 llegué a este han, al día siguiente fui al algarrobo, y desde allí hasta hoy sólo he sentido cómo se fortalecía mi fe y cómo surge día a día el agradecimiento.
¿Obstáculos? Muchos. Problemas para conseguir trabajo, problemas de pareja, algún susto con mi salud, y las dificultades económicas a la orden del día.
O sea … lo de siempre.
Pero diferente!!!
¿Por qué? Porque ante situaciones que parecían ser las mismas lo que estaba cambiando era YO, el cambio está en la manera de enfrentar el problema, incrementando el daimoku cuando no encuentro la solución y poniendo en la oración al Gohonzon una fe profunda, que a veces me cuesta más y otras menos, pero entendiendo que cada día es una nueva oportunidad de crecer y de hacer mi revolución humana.
A través del daimoku empecé a verme de otra manera, empecé a identificar mis tendencias y a aceptarme tal como soy, con todos los defectos que tengo que corregir y con todas las cosas buenas que también hay en mí, comprendí que no apreciaba el valor de mi propia vida, y estoy aprendiendo “que la victoria no es llegar sino hacer el camino, cueste lo que costare, sin traicionarse, sin hacerse concesiones, sin renunciar a los principios ni a los sueños” , como alguien me escribió hace unos meses.
Agradezco los seres especiales que fueron apareciendo, los nuevos amigos, los compañeros de lucha, la posibilidad de compartir este tramo del camino con la presencia de todos ustedes, con Diana y Luis que más allá de haber sido los responsables que apoyaran el algarrobo al que concurrí son, junto a su hija Georgina, quienes me brindan el afecto de familia que tanto necesitaba . Agradezco haber tenido un lujo de hancho como Sebastián, que creció tanto en este tiempo y que ahora empieza su nuevo camino en otra zona pero que tanto hizo por sacar adelante y levantar este grupo, agradezco su confianza durante todo el tiempo que me dio las llaves de su casa para hacer la hora completa de daimoku que propuse. Agradezco la solidaridad de Susana, que siempre está dispuesta a compartir las tareas del Seikyo más allá de lo estrictamente necesario, agradezco el desafío de Carolina que abrió su casa para nuestras reuniones, el apoyo de Marcela , la sabiduría y la ternura que Charo y Nelva regalan a manos llenas y su constante aliento , agradezco la claridad, serenidad y calidez que aporta Gabriela, el aporte reflexivo e inteligente de Luis, la presencia esporádica pero valiosa de Martín , que me acompaña tanto en los momentos tristes como en los alegres y que es sin dudas el hijo que me hubiera gustado tener. Agradezco el regreso de Javier que espero se quede otra vez con nosotros ahora que volvió al barrio, agradezco a mis responsables de algarrobo, que me acompañaron en las crisis previas a la decisión de recibir Gohonzon, alentándome desde la fe, y especialmente a Teddy y Osky que siempre están ahí cuando los necesito, con su fuerza, su sincera amistad y su amor de hermanos. A mis compañeras de los daimoku domingueros de los que me quedó la valiosísima amistad de Mónica, ahora integrante de nuestro grupo, de Fabiana con su frescura y su espontaneidad, de Fedora que comparte conmigo la música y los proyectos y tantas horas de daimoku para concretarlos. Agradezco a los amigos venezolanos de las listas, como Yosmir que siempre acerca un mensaje lleno de ternura, Ricardo que confió en mí para las traducciones de experiencias y artículos, el uruguayo Ariel que desde Brasil nos da coraje a todos con su maravillosa postura, su desopilante humor y su pelea contra el cáncer.
Agradezco la “causalidad” que a través de Internet me regaló la inefable amistad de Eduardo, que no sólo acerca los muy valiosos materiales con los cuales hemos armado tantas reuniones de diálogo y de algarrobo, sino que constantemente me ayuda a entender, fundamentalmente a entenderme, a corregir el timón del daimoku , y que una vez me escribiera que “el sólo hecho de que un ser humano pueda decidir que va a cumplir su misión, es prueba de la posesión mutua de los diez estados y es prueba de que el corazón de la Budeidad palpita en nosotros ; abrir el corazón ante el Gohonzon es abrir el corazón para la lucha hacia la gente ; la postura de una persona es invisible pero se manifiesta en el momento crucial” , frases que pertenecen a un largo e-mail que tengo pegado en la pared debajo de mi butsudan y que releo cada día cuando me siento a invocar.
Agradezco la buena fortuna de que Lidia esté en la zona y de tener los jueves de daimoku en su casa, agradezco su sabiduría y su confianza en mí, sus orientaciones, su capacidad de llegar a lo más profundo del corazón con sus palabras cálidas y sinceras.
Agradezco a Nelva por los viernes de daimoku y por ese lazo maravilloso de amistad que estamos creando junto a su hija Erika y la pequeña Maite, por las largas charlas que tenemos y por todo lo que aprendo a través de su ejemplo de vida.

Todo esto es mi primer año con Gohonzon.
Un agradecimiento inmenso e intenso a la Vida, a la Música que es el pilar que me sostiene, al amor de mi hermano, a la salud que me permite trabajar en la escuela y aprender cada día más de de mis chicos, disfrutando de la enseñanza y teniendo además la buena fortuna de los excelentes compañeros de trabajo que tengo en San Andrés, agradecimiento por las puertas que se abren continuamente para hacer trabajos de filmación, espectáculos, nuevos cursos de arte, por el libro que editaré en el 2006 y que obviamente estará dedicado a Sensei, agradecimiento por mi participación en la última ceremonia de ingreso, por estar en la comisión de algarrobo y por ser colaboradora del Seikyo, por mi reciente ingreso al grupo Fortaleza, por poder devolver a través de estas actividades apenas un poco de lo mucho que recibo de la hermosa gente que entró durante este año a mi vida.
“No por azar” es el título de mi unipersonal de poemas y cuentos, y no por azar llegué enferma y casi sin esperanzas a un han que se llamaba “Gratitud” . Ahora nuestro grupo se llama “Bambú”, y está echando raíces que sostienen y afirman la tierra del Buda, para que podamos crecer en ella y convertirnos en un bosque donde semana a semana nos seguiremos fortaleciendo en la fe, con alegría y en auténtico itai doshin.
Gracias, a todos ustedes, queridos bodhisattvas!!!

LIZZIE