28.1.05

LA VITALIDAD DE LA FE

EXPERIENCIA de SALUD de la Sra. Dinna Roman.
Responsable de Distrito de la SGIV.
Enviada por: Dinna Roman

En este significativo encuentro que celebramos hoy, me gustaría trasmitirles algunos de mis retos y la alegría de poder luchar por el Kosenrufu para lograr el sueño de Nuestro Mentor y el nuestro. Me siento feliz de pertenecer desde hace 17 años a esta noble Organización.

En éstos momentos estoy asumiendo la responsabilidad del distrito Flor de Loto en la División de Damas en el Cabildo Unión.

Cuando miro atrás y recuerdo lo que ha significado mi práctica constante “ pase lo que pase”, verifico lo que “ he ganado”: siento una estabilidad y una confianza que la atribuyo a la fuerte conexión con la Organización y a la lucha tenaz, de corazón que he mantenido gracias al daimoku sincero y sobre todo al apoyo de señoras responsables de la División de Damas.

Al conocer la práctica mi vida giraba en torno a la arrogancia, trabajaba todo, el día en dos Instituciones y estudiaba de noche , era madre divorciada con dos hijos. Aún cuando lograba cumplir con todo queriendo ser perfecta, lo hacía con actitud de queja. Pronunciaba Nan Miojo Rengue Kio para solucionar uno que otro problema sin profundizar. Pero un día de 1985 se me presentó una diarrea sangrante que mantuve por 2 días, sin darle la debida importancia. Tuve que ingresar a una clínica de emergencia y fui conducida por mi hijo de 13 años porque me había desmayado dos veces por una baja de hemoglobina . Bajo éstas circunstancias y queriéndome aferrar a la vida pronunciaba Nan Miojo Rengue Kio, hacía esfuerzos para visualizar el Gojonzon ya que lo había conocido en varias reuniones .

Así pronunciando vagamente comencé a tener confianza y resistir . Después de dos días y de haber manifestado una aparente mejoría, perdí los signos vitales y me revivieron con masajes al corazón. Me intervinieron de emergencia con alto riesgo eliminándome el estómago debido a un tumor de 16 cm. que abarcaba la totalidad del mismo y me unieron el esófago con los intestinos .El tumor resultó benigno. Perdí la noción del tiempo en terapia intensiva por más de una semana , sólo pensaba en Nan Miojo Rengue Kio para poder vivir y cuidar de mis hijos.

Cuando al fin pude hablar y desear comer me enteré que sólo debía ingerir líquidos y posteriormente alimentos sólidos acompañándolos de medicinas. Debía hacer un gran esfuerzo por comer cada tres horas. Mi vida dio un vuelvo radical y todo dependería de la constancia y del respeto que debía generar hacia mi propia vida. La psiquiatría sólo me ofrecía tranquilizantes. Yo me negaba a aceptar la realidad . ¿ El por qué me había pasado esto a mí? . Me quejaba y sufría mucho.

En medio de este infierno, llamé a las encargadas de mi zona y comencé a entonar Daimoku constantemente apoyada por miembros . Con dificultad visitaba algunas casas de miembros para entonar frente al Gojonzon. Aprendí a disfrutar del Daimoku, haciéndolo penetrar por todo mi cuerpo centrando mi oración en el aparato digestivo. Entonces el proceso de mi alimentación que era bastante penoso debido al esfuerzo de todos mis órganos comenzó a mejorar día a día y sin darme cuenta ya podía comer y degustar los alimentos sin miedo.

Las orientaciones y el apoyo de los miembros me fue de muy valiosa ayuda. Asistí a clases de gonguio y aprendí a entonarlo rápidamente, lo cual me producía alegría confianza y coraje.

Sentí la necesidad de recibir Gojonzon pero cuando se acercaba la fecha me obstaculizaba y capté que era mi tendencia a no apreciar la vida. Continuaba entonando Daimoku, leía y releía las orientaciones del Presidente Ikeda y logré sustituir la queja por agradecimiento. Recibí felizmente mi Gojonzon en 1987. Aprendí agradecer al Gojonzon en cada oración, valorar cada órgano de mi cuerpo y estaba convencida de la maravillosa fuerza vital que se manifestaba al estar en contacto de corazón con el Gojonzon y la capacidad sorprendente que posee nuestro cuerpo para regenerarse.

En agradecimiento, abrí mi casa para toda clase de reuniones colocando como centro de mi vida el Gojonzon captando cada vez más el compromiso de mi misión. Avanzaba rápidamente en el cambio de mi karma haciendo Revolución Humana, y apoyando a miembros.

Me reté a prolongar mi vida logrando así también cambio de mi karma Familiar pues muchas personas de mi familia mueren siendo jóvenes aún. Logré incorporarme al trabajo y obtener la jubilación para dedicarme de lleno a las actividades por el kosenrufu.

Ya completamente restablecida pude viajar y compartir con los miembros de la República Dominicana en el Festival de la Amistad, aprendiendo de su ejemplo. Eso me incentivó a tomar la decisión de cuidar y apreciar más el kaikan. Asumí la responsabilidad de suscribir y distribuir el Seikyo Criollo y animar a los miembros a aportar Zaimu. Todas éstas actividades me hacían sentir más cerca de Sensei y de sus propósitos. Mis hijos me sentían más fuerte y se alegraban cuando iba al Kaikan y uno de ellos se hizo miembro . Logré así mismo animar a muchas otras personas a hacer lo mismo.

En Septiembre de 1996 la manifestación de mi karma de salud volvió a presentarse de forma más leve. Tuve que ingresar de emergencia a la clínica y me operaron de una Obstrucción Intestinal sin evidencias de lesión tumoral. Mi Daimoku sincero y confiado me permitió resistir. Hubo que extraerme la vesícula biliar y cortar 24 cm. de intestino, mis pulmones se congestionaron y me mantenían con oxígeno.

Nuevamente tuve todo el apoyo de los miembros, sólo deseaba recuperarme rápidamente para dar Prueba Real de su daimoku sincero, constantemente pensaba en los miembros y en mis hijos. Sacaba fuerzas extrayendo valor. Y seguía disciplinadamente las instrucciones de los médicos, éstos me elogiaban por ser una excelente paciente; “ no se queja “ decían. Sorprendidos me manifestaban que mi organismo respondía cada vez mejor. ¡Tú eres un fenómeno! Y agregaban “a comenzar de nuevo”. Recordé que el último estudio que había preparado fue Hon ni myo (comenzar de nuevo). Pero con el apoyo de los miembros y mi Fe hacía más esfuerzo por recuperarme. Recordaba y me animaba con gratitud y esperanza un poema del Presidente Ikeda: LUCHEN... Resistan , aunque el cuerpo no resista más y al final alcanzarán aquella estrella que parecía inalcanzable.

Llegué a mi casa y sentándome frente al Gojonzon agradecí con tal fervor, percibiendo nuevamente toda su grandiosidad . La respuesta de mis oraciones era evidente, había prologado mi vida y además ésta vez no quedé con deudas . la operación pudo realizarse a tiempo a tiempo ya que el intestino se hubiera podido romper. Por otra parte mis hijos sufrieron menos, se mostraron valientes y confiados .

Agradezco a ellos tanto el amor que me dan y se los retribuyo manifestándoles más respeto y amor hacia ellos. Hoy ya son hombres sanos , profesionales luchadores, honestos , independientes y prósperos.

Comprendí que ésta práctica nos favorece más cuando la Fe se fortalece, entonces los problemas se empequeñecen con el cambio de nuestra condición de vida.

Logré recuperarme con gran rapidez, la digestión volvió a normalizarse en menor tiempo y asimilar los alimentos. Mi organismo respondía con su propia fuerza natural. Tengo la convicción de que cuando estoy frente al Gojonzon mi daimoku produce simultáneamente la respuesta.

He podido participar en cada una de las actividades de la S.G.I.V. y he disfrutado plenamente de ellas venciendo completamente mis limitaciones. Estoy aprendiendo a apreciar la vida y a no desperdiciarla un solo instante porque es demasiado valiosa. Oro para fortalecer y lograr que la Misericordia sea mi base para actuar, proteger a los miembros, apoyarlos con sabiduría y calidez, como me inspiran siempre las orientaciones que estudio de Presidente Ikeda.

Mi oración diaria está dirigida agradecer cada vez más, volcando esta energía dando apoyo continuo sin escatimar esfuerzo. Es un ritmo de dar y recibir. Así muevo mi vida, no podría quedarme con ésta energía después que gracias al Daimoku mi cuerpo responde bien.

Para finalizar , trasmitirles que ya he experimentado : cuando nos proponemos actuar con alegría y convicción para el kosenrufu, brota una enorme fuerza vital y una buena fortuna inmensa . Vamos entonces a luchar unidas armoniosamente por la Felicidad de toda la humanidad. Sensei confía en nosotras.

Muchas Gracias,